jueves, 12 de marzo de 2009

Poeta del siglo XXI

XIV

Tú, corazón, poeta moderno en rascacielos de ciudad,
que has pintado en la mañana el semblante de los días
antes de que el sol tocara con sus labios las montañas.
Las tardes frescas del invierno arrastran una melodía
cuyas notas invitan a la entrada de la noche,
mientras tú bordas con palabras las estrellas
bajo un cielo de antiguos tonos azulados.
La misma lágrima que cae, la misma belleza
que se eleva en tus pupilas cubre
el despertar de otra mirada ausente en el cielo;
una dama que surge espléndida entre las nubes
con su vestido blanco de princesa de la noche.
Los altos contornos de esas cumbres artificiales,
que rozan con sus paredes de ladrillo las alturas
y maquillan los relieves con sus formas y cristales,
constituyen ahora el significado de tus versos.
Hacia el norte, una carretera; hacia el sur la misma carretera
se pierde con su oscura lengua alimentada de coches
–un silbido de atascos forma la canción más sincera–
y el humo de sus cuerpos acaricia la atmósfera
con susurros de dañina transparencia.
Una hilera de cables negros cruza la ciudad
conduciendo la luz a los ojos de la gente,
¡Qué claridad, qué brillo espléndido!
Y en el interior del corazón la oscuridad se cierne
como la noche se abalanza sobre el día.
Decae el poema, la musa de tus versos es la rutina
tranquilizadora de estos tiempos.
¿Dónde están esas virtudes que la sociedad envidia?
¿Dónde esas verdades, amores y razones?
Caen al usarlas como la idea al olvido.
Hoy te entristeces con la suerte de este mundo
que antaño aún se despertaba y ahora herido
se sostiene con cada palabra que escribes.
Las viejas calles del bosque, abarrotadas
de gente alegre, se extienden a su antojo
por las aceras y culminan desdichadas
en el claro de la ciudad moderna,
donde grandes tiendas y amplios salones
hacen de la ociosidad un pasatiempo.
Se hace paso entre las civilizaciones
el arte más maravilloso de la imperfección,
un estilo invisible, una época excelsa:
amigo, estos son los versos del siglo veintiuno,
esta es la poesía de singular belleza.
Tú, corazón, poeta moderno en rascacielos de ciudad.

2 comentarios:

  1. Por fín puedo comentarte..

    Te vuelvo a repetir que me recuerdas a Federico García Lorca. 'Ciudad sin sueño' Mi poema favorito.

    Enorabuena. Lo estás haciendo muy bien...:)

    Yo tmb te quiero.

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  2. me ha gustado mucho cristian.Soy tu hermano Oscar, he tenido mucha suerte de haber tenido un hermano como tu, por que me ayudas y me apoyas en todo, bueno he leido tus poesias i me han gustado.

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